Colombia – El 29 de septiembre, la desaparición de Sofía Delgado, una niña de 12 años, sacudió a la comunidad de Villagorgona, en Candelaria, Valle del Cauca. La angustia de la familia y vecinos creció con cada día que pasaba sin noticias sobre su paradero.La búsqueda duró 18 días y terminó con el hallazgo del cuerpo de la menor. Una confesión impactante sorprendió a todos: Brayan Campo, de 32 años y vecino de la niña, la había asesinado y ocultado su cadáver.
La Policía de Cali confirmó que Campo participó en la desaparición forzada de Sofía Delgado. El caso se volvió más grave cuando se descubrió que el hombre tenía antecedentes penales. Incluyendo un proceso activo desde 2018 por un delito relacionado con menores. Esta información ha intensificado el repudio social y la demanda de justicia por el crimen.
El vínculo con la comunidad y el negocio familiar
Brayan Campo y su pareja, Evelyn Rodas, poseían el local de mascotas ‘Chimuelo’, ubicado en el mismo corregimiento donde ocurrió el crimen, según revelaron las investigaciones. Luego de la confesión de Campo, la comunidad vandalizó el establecimiento, manifestando su indignación general. La pareja también tenía una hija menor de edad, lo que añade un matiz aún más desgarrador al caso.
Evelyn Rodas fue detenida, pero las autoridades la liberaron tras comprobar que no tenía relación con el asesinato. La investigación sigue abierta, y la comunidad espera justicia.
Campo intentaba mantener un perfil bajo, mientras su pareja compartía en redes sociales los carteles de búsqueda de Sofía para aparentar solidaridad. El contraste entre estas publicaciones y la realidad de su implicación en el crimen ha generado aún más consternación en el público.
El 17 de octubre, las autoridades legalizaron la captura de Brayan Campo, lo que marcó el primer paso en un proceso judicial que promete ser largo y complicado. La sociedad colombiana sigue de cerca cada detalle del caso, con la esperanza de que la justicia prevalezca.
Fuente: El Tiempo