Perú – Desde el lunes 21 hasta el miércoles 23 de octubre, los agricultores del Valle del Tambo acatarán un paro de 72 horas en protesta contra el polémico Proyecto minero Tía María. Esta decisión se tomó durante una asamblea popular el 27 de septiembre, donde Miguel Meza, vocero del valle, anunció que la comunidad busca frenar la construcción del proyecto, programada para 2025.
El paro preventivo tiene como objetivo presionar a las autoridades y a la empresa Southern Perú para que reconsideren sus planes. “Esto es un paro preventivo, con la finalidad de irnos a un paro indefinido. Este puede ser uno de los últimos que podríamos desarrollar”, destacó Meza. Los agricultores están decididos a defender su acceso al agua, fundamental para sus cultivos, y han manifestado su desconfianza hacia los compromisos de la empresa respecto al impacto ambiental que podría generar el proyecto.
Impacto en la Producción Agrícola
La paralización también afectará significativamente la producción agrícola del valle, ya que los agricultores suspenderán temporalmente la cosecha de papa, uno de los principales productos de la temporada. La protesta se traduce en bloqueos de vías clave y concentraciones de agricultores en la Plaza San Francisco para hacer oír su voz.
El jefe de la Región Policial Arequipa, general PNP Colin Sim, aseguró que no se enviarán efectivos policiales al valle ante el anuncio de las protestas. Esto ha generado cierta tranquilidad entre los manifestantes, quienes buscan expresar su descontento de manera pacífica, aunque firme.
El temor de los agricultores radica en que la operación minera afecte el acceso al agua, vital para su actividad. La comunidad ha experimentado conflictos sociales desde 2009, lo que ha frenado la construcción del proyecto en varias ocasiones. A pesar de las garantías ofrecidas por Southern Perú sobre la viabilidad del proyecto y los permisos ambientales, la desconfianza persiste entre los pobladores.
La Necesidad de un Diálogo
Los agricultores están acelerando sus labores en los días previos al paro para mitigar el impacto en el mercado local e internacional. Sin embargo, el clima de tensión y el deseo de alcanzar un acuerdo son palpables. Los habitantes exigen garantías sobre el impacto en el medio ambiente y en los recursos hídricos, mientras que Southern Perú sostiene que el proyecto no comprometerá la calidad de vida en la región.
La situación en el Valle del Tambo podría escalar si no se llega a un entendimiento entre las partes involucradas. La comunidad, organizada y decidida, continuará su lucha por un futuro sostenible y equitativo en su región.
Fuente: Caretas / Diario Sin fronteras