California, Estados Unidos – Un voraz incendio forestal, conocido como el Incendio Line, ha devastado el sur de California, creando su propio sistema climático debido a las temperaturas extremas. El fuego, que se inició el jueves, se propagó rápidamente, obligando a la evacuación de más de 6,000 personas. El incendio se extiende a lo largo del límite del Bosque Nacional de San Bernardino, a unos 105 kilómetros al este de Los Ángeles.
Bomberos luchan contra el fuego en condiciones extremas
Los bomberos han estado trabajando arduamente para controlar el incendio, pero las temperaturas superiores a los 37,7 grados centígrados (100 grados Fahrenheit) han dificultado su labor. A las altas temperaturas se suman las complejas condiciones del terreno escarpado, lo que limita el acceso a las áreas más afectadas. Según Rick Carhart, de Cal Fire, el fuego ha encontrado en la vegetación seca y una “importante carga de combustible”, lo que ha intensificado su propagación.
El incendio ha sido tan potente que ha creado nubes pirocumulonimbus, que generan vientos y rayos, complicando aún más el trabajo de los equipos de emergencia. Hasta el momento, tres bomberos han resultado heridos desde el inicio del incendio.
Pronóstico climático favorable para los bomberos
A pesar de las condiciones difíciles, se espera que las temperaturas bajen a partir del martes, lo que podría facilitar los esfuerzos de contención. El aviso de calor excesivo en la zona de Los Ángeles expirará el martes por la noche. Brindando un respiro tanto a los equipos de emergencia como a los residentes evacuados.
Hasta el lunes por la noche, el incendio había calcinado unos 96 kilómetros cuadrados de terreno, cubriendo la región con una densa capa de humo. Aunque el fuego solo estaba controlado en un 5%, los bomberos se mantienen optimistas ante la posible mejora de las condiciones climáticas.
El Incendio Line es uno de los muchos incendios que afectan el oeste de Estados Unidos. Incluidos estados como Idaho, Oregón y Nevada, donde miles de personas también han tenido que abandonar sus hogares.
Fuente: Los Angeles Times
