Oranjestad, Aruba – El 5 de noviembre, la primera ministra Evelyn Wever-Croes se reunió con representantes de UNHCR, encabezados por José Egas. Durante la reunión, Egas presentó su credencial oficial. Esta credencial le permite a UNHCR operar en Aruba, colaborando en temas migratorios y de refugiados. La reunión fue clave para avanzar en estos asuntos.
La crisis migratoria que afecta a Aruba ha generado tensiones y desafíos para el gobierno de la isla. Segun el Gabinete de Wever-Croes desde que asumió el cargo en 2017, se han implementado medidas para mejorar el sistema de asilo, con la colaboración de la UNHCR. Sin embargo, el reciente informe de la agencia internacional ha causado controversia. Según UNHCR, uno de cada cinco habitantes en Aruba es considerado un refugiado, lo que no coincide con la visión del gobierno local.
Definición de refugiado: Un punto clave en el debate
La diferencia clave entre ambos actores radica en la definición de “refugiado”. Para UNHCR, este término engloba a cualquier persona que haya nacido fuera de Aruba, haya residido allí durante años o incluso aquellos que hayan solicitado asilo y recibido permiso de residencia. Este grupo, según la agencia, es considerado refugiado, lo que aumenta considerablemente las cifras. Sin embargo, el gobierno de Aruba tiene una interpretación diferente. Según los tratados internacionales que Aruba sigue, un refugiado es quien abandona su país de origen por motivos de persecución y busca protección en otro.
En este sentido, el gobierno local asegura que solo aquellas personas que huyen de la violencia y la persecución son verdaderos refugiados. A pesar de las discrepancias, la reunión entre UNHCR y el gobierno arubiano fue productiva y estableció una base para continuar trabajando juntos en la resolución de los desafíos migratorios.
Avances y compromisos para afrontar la crisis migratoria
El encuentro culminó con un reconocimiento mutuo de los retos que enfrenta Aruba, un país pequeño pero que, al igual que otros en la región, debe abordar el impacto de las migraciones masivas. Aunque las cifras de refugiados no coinciden, el gobierno y UNHCR se comprometieron a colaborar. Ambos trabajarán para mejorar la situación en Aruba y garantizar los derechos de los refugiados. La reunión dejó claro que la cooperación entre las autoridades locales y las agencias internacionales es esencial para hacer frente a una crisis que afecta a muchas naciones.
A pesar de las diferencias, la voluntad de encontrar soluciones sigue siendo un objetivo común en el trabajo conjunto de Aruba y la UNHCR.
Fuente: Primera Ministra Evelyn Wever-Croes