Colombia – Familiares de los excombatientes José Aron Medina, de 36 años, y Alex Ante, de 46, piden al gobierno de Colombia que interceda ante las autoridades rusas para obtener información sobre su situación legal. Los exsoldados profesionales colombianos, que decidieron unirse a las fuerzas ucranianas contra la invasión rusa, solicitaron la baja el pasado junio tras pasar casi nueve meses en combate.
José Aron Medina recibió la oferta de un viejo amigo del ejército colombiano para ir a Ucrania como combatiente. A cambio de 3.000 dólares mensuales, Medina decidió aprovechar esta oportunidad para pagar sus deudas, mantener a su familia y mejorar su hogar en Popayán. Durante casi nueve meses, Medina estuvo en la primera línea de batalla, pero el desgaste emocional y la pérdida de compañeros lo llevaron a solicitar la baja en junio. “Me llamó para decirme que ya no soportaba más la guerra”, expresó su esposa Cielo.
Por otro lado, Alexander Ante, quien también fue soldado profesional en Colombia, decidió ir a Ucrania motivado por la necesidad de mantener a su familia, incluida su madre, esposa e hija de cinco años. Ante , el menor de cuatro hermanos, había trabajado como escolta durante 11 años antes de recibir la oferta de combatir en Ucrania. El desempleo en Colombia lo empujó a aceptar el riesgo de trabajar en un país lejano para asegurar una mejor calidad de vida para su familia.
Breve recuento de los hechos relacionados a su desaparación
El último contacto que la esposa de Medina, Cielo Paz, tuvo con su esposo fue una videollamada abruptamente interrumpida el 18 de julio. mientras hacía escala en Maiquetía – Venezuela para llegar a Colombia. Solo seis semanas después, el 30 de agosto, por medio de un video del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, volvieron a recibir noticias. El video reveló que Medina y Ante habían sido capturados en Moscú. Sus familias se enteraron a través de compañeros de armas en Ucrania.
Los excombatientes fueron detenidos y un tribunal de Moscú los acusa de ser mercenarios, lo que puede acarrearles 15 años de prisión. No se sabe aún qué ocurrió exactamente en esas seis semanas, cuándo y cómo recorrieron los casi 10.000 kilómetros que separan a Caracas de Moscú.
La familia de los excombatientes ha solicitado la intervención de la Cancillería colombiana para su repatriación. Aunque recibieron la noticia de que un abogado de oficio les representará en Rusia, siguen esperando un mayor apoyo del gobierno. La incertidumbre y el silencio de las autoridades venezolanas y rusas sobre el caso mantienen en vilo a sus seres queridos.
A pesar de haber dejado el conflicto, ambos excombatientes enfrentan ahora la incertidumbre de su situación legal. Sus familiares claman por ayuda del gobierno colombiano para interceder ante Rusia y conocer su estado actual. Mientras tanto, sus seres queridos siguen esperando respuesta.