Venezuela – Las elecciones presidenciales de Venezuela, programadas para el 28 de julio de 2024, han captado la atención mundial debido a la controversia surgida por la inhabilitación de destacados candidatos de la oposición. Entre ellos se destaca María Corina Machado, cuya exclusión en junio de 2023 ha desencadenado una ola de críticas tanto dentro como fuera del país.
Machado, reconocida figura política venezolana, fue vetada por el gobierno bajo acusaciones que han sido denunciadas como un atentado contra los principios democráticos. Esta acción ha provocado condenas y señalamientos de diversas organizaciones internacionales, así como de líderes opositores venezolanos, quienes la consideran parte de una estrategia para asegurar la continuidad del poder.
La comunidad internacional, incluyendo a la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y Human Rights Watch, ha expresado su preocupación por la falta de transparencia y equidad en el proceso electoral venezolano. Varios países, entre ellos Paraguay, Uruguay, Ecuador, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Chile, Canadá, Colombia, Francia y México, han condenado enérgicamente estas medidas restrictivas.
Las inhabilitaciones han generado un clima de tensión y desconfianza en torno al proceso electoral, aumentando los temores de que las elecciones no sean libres ni justas. La comunidad internacional ha instado al gobierno venezolano a garantizar un proceso electoral transparente y a permitir la participación plena de todos los candidatos sin restricciones arbitrarias.
En medio de esta situación, el pueblo venezolano se prepara para un proceso electoral marcado por la incertidumbre y la controversia, donde los derechos políticos y las voces disidentes están en el centro del debate nacional e internacional. El mundo observa con atención el desenlace de este proceso, clave para el futuro político de Venezuela.
