Brasil – Más de 240 ciudades en Brasil viven una sequía extrema con niveles de humedad que superan los del desierto del Sahara. La humedad en Brasilia ha caído a un alarmante 7%, mientras que en el Sahara es del 14%. La crisis hídrica se intensifica por incendios forestales que arrasan el país.
El incendio en el Bosque Nacional de Brasilia comenzó el 3 de septiembre y ya ha devastado más del 20% del área protegida. Las llamas han alcanzado zonas críticas que abastecen el embalse. La policía investiga si el fuego fue provocado intencionalmente. El jefe del bosque, Fábio dos Santos Miranda, indicó que la Policía Federal está en el caso.
Brasilia enfrenta 135 días sin lluvia, lo que ha cubierto la ciudad con una capa densa de humo. Este fenómeno complica la lucha contra incendios en otros estados, como São Paulo, Amazonas y el Pantanal. Más de mil localidades están en alerta por niveles de humedad extremadamente bajos, algunos por debajo del 10%.
El Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) reportó que más de mil localidades tienen una humedad relativa del aire menor al 12%. Inicialmente se consideró un “gran peligro”, pero la alerta se redujo a “peligro potencial” tras un ligero aumento en los niveles de humedad.
Brasil vive la peor sequía desde que comenzaron los registros en los años 50. Esta temporada seca es la más intensa en al menos 70 años. Solo dos de los 27 estados no están gravemente afectados. La ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, destacó la gravedad de la situación.
El fenómeno de El Niño y el calentamiento global son factores clave. En Brasilia, el humo de los incendios oscurece la ciudad. Los esfuerzos para combatir las llamas son difíciles debido a las condiciones adversas. La directora de escuela, Cristiane Milane, expresó su preocupación por el continuo humo y fuego en la región.
El combate a los incendios enfrenta desafíos significativos. Hay más incendios que personal disponible. La crisis subraya la necesidad urgente de abordar el calentamiento global y sus efectos devastadores.