La polémica sobre los aceites de semillas: ¿son realmente perjudiciales?

Los aceites de semillas, conocidos como “los odiosos ocho” por sus detractores, son objeto de un encendido debate entre influentes del bienestar y científicos. Mientras algunos los consideran peligrosos para la salud, los expertos defienden su aporte en la dieta frente a grasas saturadas.

by | Nov 13, 2024

Salud – En los últimos años, los aceites de semillas han sido blanco de críticas por parte de influentes del bienestar y políticos, quienes los catalogan como “tóxicos” y los acusan de agravar problemas de salud. Entre los aceites más señalados están los de canola, maíz y girasol. Para figuras como Robert F. Kennedy Jr., estos productos “envenenan sin saberlo” a los estadounidenses y elevan las tasas de enfermedades crónicas. Sin embargo, esta postura no es compartida por la comunidad científica.

Los nutricionistas defienden los aceites de semillas como opciones más saludables frente a alternativas como la mantequilla o la manteca de cerdo. Según Christopher Gardner, profesor de medicina en la Universidad de Stanford, décadas de investigaciones han asociado estos aceites con mejoras en la salud. “Sugerir lo contrario solo socava la ciencia”, asegura Gardner.

¿Qué son los aceites de semillas?

Los aceites de semillas, también llamados aceites refinados de origen vegetal, se extraen principalmente de semillas de plantas. Los “odiosos ocho” incluyen aceites como el de algodón, soja, cártamo y pepas de uva. Estos aceites son ricos en grasas insaturadas, especialmente en ácidos grasos omega-6, lo que los convierte en una opción adecuada para cocinar.

El proceso de refinado al que son sometidos los aceites de semillas permite que soporten altas temperaturas y tengan una vida útil prolongada. Para Eric Decker, profesor de ciencias de la alimentación en la Universidad de Massachusetts, este refinado es necesario para evitar la rancidez y otras alteraciones que afectarían su calidad.

Controversias y beneficios para la salud

Las críticas en internet apuntan a que los altos niveles de omega-6 en estos aceites aumentan la inflamación y, en consecuencia, los riesgos de enfermedades crónicas. No obstante, según William Harris, de la Universidad de Dakota del Sur, esta relación es “simplista” y carece de respaldo científico. Los estudios indican que quienes consumen más omega-6 suelen estar más saludables y presentan menor riesgo de sufrir problemas cardiovasculares y diabetes tipo 2.

Alice Lichtenstein, experta en nutrición de la Universidad de Tufts, sostiene que la sustitución de grasas saturadas por aceites de semillas reduce el colesterol LDL, beneficiando la salud cardiovascular. Así, los científicos recomiendan estos aceites en dietas equilibradas, a pesar de los detractores.

Conclusión: Reducir el consumo de aceites de semillas no es la solución, según los expertos. En su lugar, aconsejan disminuir los alimentos ultraprocesados que los contienen, lo cual contribuiría a mejorar la salud.

Fuente: NYTimes

Deja tu comentario

Te puede interesar leer