Salud y Bienestar – Aunque en muchos lugares no es común caminar después de la cena, la ciencia ha demostrado que este sencillo hábito puede tener efectos positivos en la salud. Desde la mejora de la digestión hasta la reducción del riesgo de enfermedades graves como la diabetes tipo 2, el cáncer de intestino y problemas cardiovasculares, caminar unos minutos por la noche podría ser la clave para vivir más tiempo y con mejor calidad de vida.
Beneficios digestivos y regulación de azúcar
Uno de los principales beneficios de caminar después de cenar es la mejora de la digestión y la regulación de los niveles de azúcar en sangre. Según estudios, caminar favorece la digestión y reduce los picos de glucosa en el organismo, estabilizando así los niveles de azúcar. Este hábito resulta particularmente útil para prevenir la diabetes tipo 2, cuya prevalencia ha aumentado debido a los altos índices de obesidad.
El profesor Colin Greaves de la Universidad de Birmingham explica que caminar ayuda a reducir el pico de azúcar en sangre que ocurre entre 15 y 30 minutos después de la comida, lo que disminuye los riesgos asociados a la diabetes.
Reducción del riesgo de cáncer de intestino
Investigaciones realizadas por la Universidad de Ratisbona han demostrado que las personas que caminan regularmente tienen un 10% menos de probabilidad de desarrollar cáncer de intestino. Este efecto se atribuye a la capacidad de la actividad física para reducir la inflamación crónica, un factor clave en el desarrollo de diversos tipos de cáncer.
Prevención de la demencia y beneficios cerebrales
La caminata nocturna también tiene un impacto positivo en la salud cerebral. Según estudios de la Universidad de Sydney, caminar 3.800 pasos al día puede reducir el riesgo de demencia en un 25%. Y quellos que caminan 9.800 pasos diarios reducen el riesgo en un 51%. Además, caminar puede aumentar el tamaño del hipocampo, mejorando la memoria y reduciendo la contracción cerebral.
Salud cardiovascular y longevidad
Caminar también es beneficioso para el corazón. Un estudio sobre 200,000 personas reveló que caminar solo 2.337 pasos al día reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, investigadores de la Universidad de Leicester descubrieron que caminar 10 minutos diarios puede extender la esperanza de vida, especialmente en adultos mayores.
En resumen, caminar después de cenar es más que un simple paseo. Es una práctica científica respaldada por estudios que muestra beneficios para la digestión, el control del azúcar, la prevención del cáncer y la salud cerebral. Hacerlo conlleva a contribuir a una vida más larga y saludable.
Fuente: Infobae