Deportes – Los Dodgers de Los Ángeles se coronaron campeones de la Serie Mundial 2024 tras vencer 7×6 a los Yankees de Nueva York en un quinto partido memorable. A pesar de un arranque complicado en el Yankee Stadium, donde estuvieron abajo 5-0, el equipo angelino resurgió para igualar el marcador y, finalmente, remontar en las últimas entradas, proclamándose vencedor de la serie con un contundente 4-1 global.
El partido fue una batalla entre dos de las franquicias más queridas de las Grandes Ligas. Los Yankees, el equipo con mayor cantidad de títulos en la historia (27), buscaban quebrar una sequía de campeonatos que se extiende desde 2009. Los Dodgers, liderados este año por el talento de la superestrella japonesa Shohei Ohtani, alcanzaron así su octavo campeonato en una serie llena de emociones.
Épica remontada de los Dodgers
El encuentro tuvo un inicio esperanzador para los Yankees, quienes parecían encaminados a forzar un sexto partido al ponerse arriba 5-0 en la tercera entrada. No obstante, los Dodgers lograron igualar el marcador en la quinta entrada gracias a una explosiva ofensiva de cinco anotaciones. Esta reacción no solo encendió la esperanza en el equipo angelino, sino que impulsó el ánimo de sus seguidores presentes en el estadio.
Juan Soto, el talentoso dominicano de los Yankees, adelantó nuevamente a su equipo en la sexta entrada. Sin embargo, los Dodgers respondieron con firmeza, logrando dos carreras en la octava que sellaron su victoria.
Una final cargada de historia y rivalidad
La última vez que ambos equipos se enfrentaron en una Serie Mundial fue en 1981, cuando el mítico Fernando Valenzuela llevó a los Dodgers al triunfo. En esta ocasión, la presencia de Ohtani y de Freddie Freeman, ganador del MVP de la final, convirtió el duelo en un clásico moderno que quedará en la historia.
Con esta victoria, los Dodgers celebran un título histórico y miran con optimismo al futuro. Con un equipo sólido y estrellas en su alineación, el equipo de Los Ángeles continúa consolidándose como una fuerza imparable en las Grandes Ligas.
Fuente: El Economista