Salud y Bienestar – El consumo de hamburguesas poco hechas se ha popularizado, pero esta tendencia presenta riesgos serios para la salud. Recientes brotes de infecciones destacan la necesidad de ser cautelosos al optar por este estilo de preparación. Haciendo que se enciendan las alarmas entre expertos en seguridad alimentaria.
La pregunta “¿Cómo le gusta el punto de la hamburguesa?” ha tomado un nuevo significado en los menús de muchos restaurantes. Sin embargo, algunos establecimientos no preguntan y sirven las hamburguesas casi crudas, lo que aumenta el riesgo de enfermedades. Esta forma de preparar carne se promociona como una manera de disfrutar su jugosidad y sabor, gracias a la influencia de gurús culinarios y redes sociales. Sin embargo, esta moda puede llevar a consecuencias graves.
Casos recientes
Dos incidentes recientes subrayan la gravedad del asunto. El primero ocurrió durante el evento The Champions Burger en Pamplona, donde al menos 23 personas resultaron enfermas. El segundo caso, en Estados Unidos, está relacionado con la hamburguesa “cuarto de libra con queso” de McDonald’s, que ha dejado a decenas de personas afectadas y una víctima fatal. La cadena de comida rápida ha tomado precauciones, retirando cebolla laminada y piezas de carne como medida preventiva.
La bacteria Escherichia coli, especialmente la variante productora de toxinas Shiga (STEC), es la principal culpable de estas infecciones. Aunque muchas cepas son inofensivas, algunas pueden provocar síntomas severos como diarrea aguda, vómitos y calambres abdominales, que pueden ser especialmente peligrosos para grupos vulnerables como niños, ancianos y personas inmunodeprimidas.
Medidas de precaución
Para reducir los riesgos asociados al consumo de hamburguesas poco hechas, la Autoridad Alimentaria de Finlandia estima que si el 12% de las hamburguesas se sirven poco cocidas, el número de infecciones podría aumentar drásticamente. Así, cocinar hamburguesas a una temperatura interna de al menos 70 °C es fundamental para eliminar la bacteria y sus toxinas.
Además, es esencial seguir prácticas seguras al manipular alimentos, como lavar las manos y los utensilios, y mantener la carne refrigerada hasta el momento de cocinarla. Los expertos también recomiendan que los grupos de riesgo eviten completamente las hamburguesas poco hechas.
Un llamado a la responsabilidad
La seguridad alimentaria debe ser una prioridad tanto para los consumidores como para los establecimientos. A medida que esta tendencia continúa, es crucial que la educación y las buenas prácticas sean parte de la conversación, para evitar brotes de enfermedades que pueden ser prevenidos. La clave está en disfrutar de la comida, pero siempre con precaución y conocimiento de los riesgos.
Fuente: El País