Estados Unidos – En las últimas semanas, Donald Trump ha intensificado sus esfuerzos para asegurar el apoyo de los nacionalistas cristianos, un grupo crucial en su base de seguidores. Este movimiento se produce en un momento en que las elecciones presidenciales de 2024 se acercan rápidamente.
Trump, enfrentando cuestionamientos sobre su elección de JD Vance como compañero de fórmula y la creciente amenaza política de Kamala Harris, ha dirigido sus esfuerzos hacia los cristianos nacionalistas.
En un reciente discurso, Trump hizo un llamado directo: “Cristianos, salgan a votar, pero esta vez no tendrán que hacerlo más. Cuatro años más, ya saben qué, se solucionará, todo estará bien, no tendrán que votar más, mis hermosos cristianos.”
Promesas de Protección
Además de sus llamamientos, Trump reiteró su compromiso de proteger a los cristianos en Estados Unidos. Prometió formar “un nuevo grupo de trabajo federal para combatir el sesgo anticristiano”, que investigaría “el acoso y la persecución contra los cristianos en Estados Unidos.” Esta promesa busca movilizar a los votantes religiosos, destacando su apoyo continuo a los valores cristianos y su lucha contra la discriminación religiosa.
La convención nacional republicana, celebrada poco después de un trágico tiroteo, reforzó el mensaje de Trump. Orador tras orador destacó la intervención divina en los asuntos de la nación, sugiriendo que la reelección de Trump está alineada con un propósito mayor. La narrativa de que “Dios ha estado obrando” resonó entre los asistentes, reforzando el mensaje de que Trump es el líder elegido para proteger y promover los valores cristianos en el país.
En resumen, Trump está reforzando su alianza con los nacionalistas cristianos mientras se prepara para las próximas elecciones. Su estrategia incluye promesas de protección contra el sesgo anticristiano y la movilización de votantes religiosos. Al posicionarse como el defensor de los valores cristianos, Trump busca asegurar el apoyo de este influyente grupo y fortalecer su base electoral para 2024.
Fuente: The Guardian
